Nose... pero te quiero

Nose cómo, por qué, cuándo ni dónde pero te quiero
Nose cómo, por qué, cuándo ni dónde pero te quiero
Simplemente otra historia de amor adolescente como otra cualquiera, ya sé que das una patada a una piedra y salen varias, pero esta tiene un poquito de mí en cada palabra. Espero que lo disfrutéis.

Un día sin plan
El día que le conocí estaba nublado pero aún así llevaba sus oscuras gafas puestas. Iba con sus amigos y se acercaron a invitarnos a una fiesta , no teníamos plan y eran bastante guapos, así que les seguimos. Pero lo que no sabía es que la única que saldría de esa noche con algo serio sería yo, la única que no lo buscaba en ese momento.
Me fui a pedir unas copas para mis amigas y para mi una Coca. Cola, porque no bebía por aquel entonces, se acercó a mí y le dijo a la camarera que me pusiera una copa y que él la pagaba, yo intenté detenerle pero no me hizo caso.
A partir d ese día no volví a tomar Coca. Cola...
Tus gafas
Lo primero en lo que me fije de ti fueron las gafas, dado que no entendía porque las llevabas puestas en una discoteca.
Tarde un poco en entenderlo, no parabas de preguntar por mí a tus amigos, donde estaba, con quién y lo que más me sorprendió, si era guapa, a lo que sus amigos le respondieron, " A tu lado y sí, es guapísima y no ha dejado de mirarte en toda la noche" ahí es cuando entendí todo, no llevaba bastón y sus gestos eran muy naturales incluso andaba seguro sin chocar con nadie, aunque no pidiera ver.

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